Cae ‘call center criminal’ en Bellavista y se reaviva alerta por extorsiones desde cárceles

Un operativo conjunto de la Alcaldía de Medellín, el Gaula de la Policía y la Fiscalía General de la Nación permitió desmantelar un presunto “call center criminal” al interior del Complejo Carcelario y Penitenciario Bellavista, desde donde se estarían coordinando llamadas extorsivas a ciudadanos dentro y fuera de la ciudad.
La diligencia de registro y allanamiento dejó como resultado la incautación de 50 celulares, armas blancas, sustancias estupefacientes y módems usados para conectividad ilegal.
La intervención se concentró en el patio 2 del penal, conformado por 57 celdas y 785 internos, en su mayoría vinculados a estructuras de delincuencia común. De acuerdo con el reporte oficial, desde este pabellón se realizaban llamadas mediante líneas no autorizadas, en las que los internos suplantaban autoridades, intimidaban a las víctimas y exigían transferencias económicas, utilizando guiones previamente preparados para presionar pagos inmediatos y dificultar las denuncias.
“Ningún espacio, físico o digital, puede ser usado para delinquir en Medellín. La articulación entre la Alcaldía, la Policía y la Fiscalía nos permite desmantelar estas estructuras criminales que pretenden seguir delinquiendo desde centros carcelarios”, afirmó el secretario de Seguridad y Convivencia, Manuel Villa Mejía.
Pese a estos resultados, el caso vuelve a poner en evidencia la capacidad de los grupos delincuenciales para introducir y operar con celulares, módems y armas cortopunzantes dentro de los establecimientos penitenciarios.
Las autoridades reconocen que, en los últimos meses, diferentes estructuras de delincuencia común han intentado reorganizar redes de extorsión desde cárceles, aprovechando el ingreso irregular de equipos de comunicación y el anonimato que ofrece el sistema penitenciario para dirigir intimidaciones telefónicas, suplantar funcionarios y gestionar cobros a través de transferencias digitales. La existencia de este “call center criminal” refleja un modelo de operación que trasciende los muros de Bellavista y se conecta con economías ilegales en los barrios.
Los elementos incautados quedaron a disposición de la Fiscalía, que adelanta la identificación de los internos responsables, sus roles dentro de la red y los delitos a imputar. La Alcaldía anunció que se mantendrán las inspecciones periódicas y se ampliarán las acciones de inteligencia en Bellavista, pero el reto sigue siendo cerrar de manera efectiva los circuitos que permiten a las organizaciones criminales convertir las cárceles en centros de mando para la extorsión en Medellín.




